Compromiso Responsabilidad Social Empresarial
Jorge Romero
Pte. del Consejo Empresarial de Competitividad, Innovación y RSE de CEA
Compromiso RSE
Se ha hecho más evidente que nunca en el contexto COVID: las empresas se definen hoy por su función y el compromiso social. Se cuentan por cientos las acciones solidarias que empresas, de todos los tamaños y en todos los ámbitos territoriales, han desarrollado para mitigar los efectos de la pandemia en las familias andaluzas. De tal forma, y si ya estaba incardinada en el ADN de la empresa del siglo XXI, esta función social de nuestro tejido empresarial está hoy aún clara por la mayor cercanía con los ciudadanos y una nueva atención por parte de los medios de Comunicación.
Un modelo de gestión responsable
La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) no es una reacción coyuntural de las empresas a la crisis sanitaria sino una forma de entender su actividad empresarial, que ha evolucionado con el impacto de la COVID-19.
Reconocidas como avales de confianza, integridad, credibilidad, empatía y ética, las empresas son hoy percibidas de forma renovada por los ciudadanos. Desde un modelo de gestión responsable, dos pilares las guían: transparencia y el diálogo continuo con los grupos de interés y sensibilidad hacia el entorno.
En los meses de pandemia, el sector empresarial andaluz ha logrado generar confianza gracias a su coherencia entre su discurso de compromiso ante la crisis sanitaria y sus acciones.
El ejercicio de la RSE en 2020
1. Satisfacer necesidades
En el contexto COVID-19 tales necesidades se replantearon como nunca antes obligando a las empresas a reformular su actividad. Para siempre ya en nuestro recuerdo la metamorfosis del sector textil cosiendo batas y mascarillas para hospitales; la de la industria de la automoción, fabricando respiradores o la conversión de las destilerías elaborando desinfectantes.
El sector privado demostró en 2020 ser fundamental para atender las necesidades y demandas sociales durante la crisis sanitaria y, por tanto, ser parte de la solución. Tanto las empresas de actividad esencial como aquellas que, pese a no serlo, se reinventaron para ser útiles durante el estado de alarma demostraron su peso como complemento indispensable para un servicio público desbordado por una coyuntura inédito.
2. Movilizar recursos y mantenimiento de la Economía
Piezas fundamentales de ese engranaje fueron: los trabajadores adaptados a cambios disruptivos, nuevos protocolos de actuación y seguridad y enfrentados al reto de conciliar; los proveedores, siempre activos para suministrarnos bienes y servicios complementarios de nuestra actividad; la propia sociedad, con su reconocimiento del valor de la actividad empresarial; lo propietarios y accionistas que siguen invirtiendo en un entorno de incertidumbre...
Un engranaje, como decimos, que es una cadena de transacciones de esfuerzos y reconocimientos mutuos.
3. Ser sostenibles
El uso con conciencia de los recursos es un rasgo identitario de las empresas responsables y cimiento de las políticas de RSE. Durante 2020, incluso ante el desafío de reinventarnos, fuimos capaces de mantener ese compromiso de Sostenibilidad.
4. Compartir preocupaciones sociales
La donación de material sanitario o alimentos para familias golpeadas por la crisis; la cobertura de gastos de instalaciones y centros sanitarios; de portes logísticos para abastecer el país de material sanitario… Son sólo algunas muestras de la traducción en hechos de los principios de RSE.
Actividades
Encuentro con la Oficina del Defensor del Pueblo.
Encuentro con el periodista
Andrés Mellado
Relación entre empresas y voluntariado
Las actuaciones de este capítulo están alineadas con los siguientes ODS: